viernes, 3 de junio de 2011

El sonido y la furia


Aristides Cajar Páez



Le robo el título al libro de Faulkner que a su vez lo robó de un verso de Macbeth, de Shakespeare para revalorizar su código (como dirían los semiólogos) y convertirlo en un pretexto para hablar de... música.

Dos noticias internacionales de esta semana que va pasando son de regocijo para el mundo de la canción y la palabra: el arribo a los 70 del entrañable Bob Dylan, poeta de la rebeldía  de los años 60, de una generación que intentó cambiar al mundo. Y el reciente premio Príncipe de Asturias de Letras (no de artes) al poeta, dramaturgo y cantautor canadiense Leonard Cohen. Dos fuerzas, dos estilos que influyeron y dieron forma a la música popular del último medio siglo a través de infinidad de artistas de los más diversos géneros que encontraron en ellos inspiración.

¿Qué sería de la vida sin música? Qué dura ha de ser la soledad de los que no pueden oir, desde el canto de un ave, hasta el estruendo de una banda de metales (o de Metal, hay para todos los gustos). Pues la música ha sido y es vehículo también para las palabras, desde los cantos tribales, comunales en Africa o las estepas de Eurasia, hasta los conciertos de las grandes estrellas del pop en los coliseos y teatros de las grandes capitales de occidente. Los juglares, los trovadores contaban las noticias de pueblo en pueblo al son de un tambor, un laúd, una guitarra o un acordeón y así nacieron sones y tradiciones que perviven hoy. La opera narra historias actuadas por cantantes líricos de potente voz, y el rap apuesta por la improvisación y las rimas simples para contar, con un ritmo sincopado, la vida dura y muchas veces violenta de los ghettos.

La figura del cantautor, desde hace medio siglo, ha acompañado buena parte de las luchas sociales y políticas de medio mundo y en especial de nuestra América. Fueron parte de la banda sonora de la lucha por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam en Estados Unidos. Poemas de Neruda o Machado, versos populares de trovadores anónimos, fueron todos montados sobre los acordes simples de la guitarra al sur del continente y en España. De la mano de la reivindicación de la música folclórica y autóctona, luego vendrían  la Nueva Canción, la Nueva Trova, muchos nombres recibió el movimiento que luego se fue transformando en muchas otras cosas (vino la salsa, el rock, el jazz, algunas formas de 'pop' no tan comercial, el neofolk, reggae, rap y siga enumerando) . Se trataba (y se trata) de cantar al amor, a la vida, por la justicia, recordar un hecho histórico, mítico, trágico o heróico, pero todo ello a través de textos bien pensados y sentidos, hechos con arte, no las cuatro frases predecibles y repetidas de los artistas Kleenex a los que el mercado nos fue acostumbrando. Hay mucha música disponible por ahí, pero ¿cuanta dice cosas interesantes, valiosas? ¿Cuánta con gracia, estilo, profundidad, sentimiento verdadero y no sentimentalismo bobalicón y lastimero? ¿Tiene usted su canción? ¿Su banda sonora? Me atrevo a dejarle aquí algunos enlaces de unas cuantas sugerencias (mías y de otros miembros del grupo) muy contemporáneas de artistas y canciones interesantes (porque este espíritu sigue vivo, pese a todo). Disfrútelas. Coméntelas. Hágame saber cual (es (son) la(s) suya (s).



La Llorona, versión de Lila Downs. Una intensa versión con arreglos muy contemporáneos de este clásico del repertorio mexicano en la voz de una artista única, que reivindica sus ancestros indígenas.

http://www.youtube.com/watch?v=iq3dJgUyM_c&feature=related

De dónde vengo yo. Choc Quib Town. Rap del Pacífico colombiano, mezcla de influencias folclóricas de la música negra de la población de esa etnia que se asienta en los departamentos del Valle, Chocó y el occidente antioqueño. Un ejemplo de un trabajo muy bien afinado para visibilizar las postergadas comunidades negras del país vecino. El grupo ya ha llegado a los Grammys.

http://www.youtube.com/watch?v=yMS4J6Gp6e4

Luchar por ella. Robi Draco Rosa. Nadie imaginaba que aquel niño boricua que cantaba en el grupo Menudo hace casii tres décadas se convertiría en esta especie de 'poeta maldito' del rock latino que igual que compone canciones para Ricky Martin se dispara de vez en cuando algunas joyas líricas. Una canción sobre deseos y principios de quienes quieren cambiar el mundo, o al menos no dejarse cambiar por él.

http://www.youtube.com/watch?v=8LJRiya6jXo

La Perla. Calle 13/Rubén Blades/La Chilanga. Una unión de fuerzas musicales produjo, ya hace un par de años este tema y vídeo que reivindica de manera festiva la vida de los barrios latinoamericanos, rap/salsa, en una pieza de poesía urbana impecable.

http://www.youtube.com/watch?v=LxdXfpyyFGg



Abusaré un poco del espacio y colaré un cuento mío, mientras llegan otras colaboraciones del grupo. Gracias por la paciencia y la atención. No olviden el camino. Y comenten, por favor.
...

Narrativa

El violín



Aristides Cajar Páez

El viejo Enzo probó el instrumento una vez más. Buena tensión en las cuerdas. Afinación perfecta. Sonido impecable. Los dedos se deslizaban por el diapasón sin dificultad. Las notas fluían nítidas, precisas. Era bueno sin duda. Hizo una pausa y lo colocó sobre la mesa. Se sentó. Cerró los ojos un instante y se dijo a sí mísmo, en un susurro: ''¡magnífico!''. Se incorporó de nuevo, tomó el violín que acababa de construír y con paso solemne se dirigió a la terraza desde la que se dominaba la ciudad. Giró graciosamente en el aire la mano que sostenía el arco, se acomodó y entonces atacó el instrumento con pasión, con frenesí. Las notas resonaban en la inmensidad. Parecían llegar hasta más allá de los confines de la urbe. Abajo,en las calles, las gentes, que se veían diminutas, cesaron toda actividad. Parecían extasiadas con el sonido del violín. Entonces ocurrió. Una lluvia de ángeles ensordecidos empezó a caer. Las alas envueltas en llamas, las manos sobre las orejas, los rostros angustiados y las voces gimientes daban cuenta de la eficacia de la música.

5 comentarios:

  1. ¿La música puede herirnos así el alma? Claro, sí. Aunque nos encante.

    Ana Teresa

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  2. La música alegra el corazón, despierta recuerdos, calma la tristeza y, por supuesto Ana, lesiona el alma. Bien compañero Aristides.

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  3. Musica: poesia melodica! Alimenta el Alma o mata el espiritu!! Todo depende del cristal con que se mire!!

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  4. Me gustan las nuevas historias de La Cueva. Que delicia leerlas.

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  5. Felicidades a la Cueva por el regreso a la vida virtual!!!

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